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NI revancha, ni olvido. Mañana terminarán oficialmente los ocho años de kichismo en Cádiz. Vuelve la Alcaldía a estar gobernada por el PP. Sin embargo, todo da a entender que Bruno García será un alcalde de diferente estilo al de Teófila Martínez. La alcaldesa que estuvo al frente de la ciudad desde 1995 a 2015 protagonizó una gestión decisiva en ese periodo histórico, y avalada por unas mayorías absolutas que parecían eternas. Nadie imaginaba, a priori, lo que podía pasar en 2015, cuando el PP de Teófila aún fue el partido más votado, pero no pasó de los 10 concejales. Y el pacto de las izquierdas (que fueron tres, los anticapis de Podemos, los de IU y el PSOE, aunque los socialistas no entraron a gobernar) llevó a la Alcaldía a un activista conocido como Kichi, que pasaría a ser el alcalde de capital de provincia más estrambótico de España.
DECÍAMOS ayer que José Luis Sanz le ganó las elecciones a Antonio Muñoz en el sprint final. Es decir, en la última semana, quizás en el último día. Hay dos formas de verlo: Sanz ganó porque Muñoz perdió al final, o Muñoz perdió porque Sanz al final le ganó. Se mire como se mire, Sanz ganó porque jugó mejor el partido en los momentos finales. Y hay algo que quizás no se ha destacado como merece: no necesita a Vox para ser alcalde. Aunque sí para aprobar los presupuestos y alcanzar algunos acuerdos. Incluso las mejores encuestas para el PP, indicaban que necesitaría un pacto con Vox, ya que le daban empate o victoria mínima por un concejal. La diferencia de 14 a 12 superó las previsiones.
ENTRE los políticos predomina la teoría de que un partido suele perder cuando no presenta a su alcalde en ejercicio. Y suele ganar cuando lo mantiene. Esto no siempre ocurre, pero sí en la mayoría de las ocasiones. En Cádiz capital no sucedió en 2015, cuando la alcaldesa Teófila Martínez fue la más votada, pero sus 10 concejales resultaron insuficientes, y Kichi llegó a la Alcaldía gracias al pacto de los anticapitalistas y comunistas con el PSOE. La teoría se había cumplido en 1995, cuando los socialistas prescindieron de Carlos Díaz y ganó Teófila Martínez para el PP. Y se ha vuelto a cumplir en 2023, cuando Adelante no ha presentado a Kichi, y han quedado terceros y ha recuperado la Alcaldía Bruno García para el PP.
UNA de las grandes noticias nacionales del 28-M fue que el PSOE perdió la Alcaldía de Sevilla. Las encuestas auguraban igualdad, pero daban ventaja leve a Antonio Muñoz, que además era el candidato más conocido y el mejor puntuado. Se ha elogiado a Narciso Michavila porque las encuestas de su empresa GAD 3 acertaron casi todos los resultados del 28-M. Sin embargo, en la que publicó de Sevilla (seis días antes de las votaciones), daba mínima ventaja al PSOE (36,9%) sobre el PP (36,4%), con un empate a 13 concejales. En las urnas, el domingo de esa misma semana, el resultado fue de 14 a 12 para el PP. Michavila sí acertó los 3 de Vox y los 2 de Con Andalucía. ¿Qué pasó en la última semana para que Sanz adelantara a Muñoz en el sprint final?
LA bronca que se ha montado en el PSOE por las listas electorales para el 23-J muestra una evidencia: piensan que van a perder. Los barones (sobre todo Emiliano García Page y Javier Lambán, pero también otros) están indignados porque Pedro Sánchez ha cambiado las listas para colocar a sus amiguitos y leales en los primeros puestos. Y eso se debe a que el aún presidente del Gobierno ya está pensando en lo que puede ocurrir después del 23 de julio. Sobre todo en dos cuestiones: una, que muchos cualificados socialistas se quedarán sin trabajo; y otra, que debe frenar a los barones socialistas que quieran liquidar el sanchismo.