EN la polémica por los cambios de nombres de las calles, la opinión de los vecinos es importante. Son los afectados. Pues si te cambian el nombre de la calle,…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
AL ministro de Transportes, Óscar Puente, lo tienen ya en el punto de mira la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla. Es un ministro peculiar, con una parte buena y otra mala. La buena es que suele decir lo que piensa y miente menos que otros compañeros de…
ETA fue fundada en 1959, cometió crímenes durante el franquismo, los siguió perpetrando en la democracia, anunció el cese de su actividad armada en 2011, pero no se disolvió oficialmente hasta 2018. ETA duró casi 60 años; es decir, 20 años más que el franquismo, y de ellos más de…
SOSIEGO en la ciudad del vino, que no voy a pedir la cosoberanía del Circuito de Jerez, para que se denomine de Jerez y Cádiz. Con el aeropuerto tenemos suficiente reivindicación. El circuito al que me refiero es el que Cádiz podría tener y no tiene. Un recorrido completo alrededor de toda la ciudad marinera. No sólo de carriles bicis viven los hombres y las mujeres en esta tierra. Se ha puesto de moda el running, tantos años después de Mariano Haro. Y no digamos nada de los paseantes y las paseantas, que caminan por la ciudad como si practicaran rutas de senderismo bravío. Para estas personas un circuito es muy necesario.
EN el fútbol actual hay dos estilos: el de la cigarra y el de la hormiga. El de la cigarra se popularizó con Pelé. Siguió con el Brasil de Zico y Sócrates, que deslumbró en el Mundial de España 82; aunque lo ganó la Italia de Paolo Rossi, que jugaba en plan hormiga. El estilo de las cigarras es brillante y talentoso, pero poco dado al sacrificio, y con fragilidad defensiva. Por eso, España ha perdido la Eurocopa sub 21 frente a las hormigas alemanas. Casos así han ocurrido con frecuencia. Holanda y el Barça de Cruyff jugaban en plan cigarra. Por eso, Guardiola le añadió algunas hormiguitas por detrás, para que Messi se luciera. En lo referido al Cádiz más reciente, con Claudio se jugaba a una cigarrita de quiero y no puedo, hasta que Álvaro Cervera optó por las hormigas. Fin de las fantasías.
HAY que alabar a Podemos por su buen gusto. Organizar en Cádiz su Universidad de Verano, en la primera semana de julio (finde incluido), supone una apuesta decidida por el turismo y la hostelería de nuestra ciudad. Eventos como éste son los que deberían abarrotar nuestro Palacio de Congresos, que ya no aparece tan frecuentado como en otros tiempos espléndidos de gañote vil con las multinacionales. Por el contrario, la universidad podemita ha incluido actos de evidente contenido intelectual, como un recital de la chirigota de Vera Luque, con Los del planeta rojo (les hubiera quedado mejor el planeta morado, ya que el rojo está desteñido), precisamente en la Plaza de la Catedral. Lugar adecuado, porque vendrá Pablo Iglesias. Y ellos son cristianos de base para unas medallas sí y para otros honores no.
DESPUÉS de las enseñanzas prácticas que hemos acumulado durante cinco ediciones, esparcidas a lo largo de 17 años del siglo XXI, en Sevilla se podría cursar un máster en Carreritas. O crear el posgrado de Tumultos de la Madrugada. O elaborar una tesis doctoral sobre Fundamentos de las Carreritas Comparadas. Estas cosas suceden por causas aleatorias. Mayormente, por una peleíta de gamberros. En realidad, ese sería el detonante. El ruido es lo que provoca el espanto. Los sevillanos y las sevillanas oyen un ruido raro, a partir de las cuatro de la Madrugada del Viernes Santo, y se ponen a correr como si estuvieran en la Nocturna del Guadalquivir.
EL caso del alcalde de Puerto Real, Antonio Romero, de Podemos, es curioso e interesante. Él mismo ha reconocido públicamente que no es un político “al uso”, lo que traducido significa que no es un político, sino que debe ser un aficionado a la política, que se ha encontrado ahí por casualidad. Por ello, acaba de cometer un error muy grave, como es reconocer (con dos años de antelación) que no se presentará a las elecciones municipales de 2019. Desde ahora, se ha convertido en un alcalde provisional. Es un gesto sincero, incluso honesto. Se confiesa ante sus vecinos de Puerto Real, y les anticipa que no seguirá. Pero es un error de estrategia, que le hace prisionero de sus palabras. Le restará credibilidad y autoridad en los dos próximos años. Y, si cambia de opinión y decide presentarse, quedará como un mentiroso.