EL franquismo no ha vuelto, pero sí su modus operandi. Algunos oráculos de la fachosfera lo habían alertado. Durante las noches de reflexión, permanecía encendida la lucecita del palacio de…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
DESPUÉS del numerito sandunguero de Pedro Sánchez, ya nadie habla de la Feria. ¿El paripé del presidente ha sido una cortina de humo? Pues no. Todo forma parte de las dos Españas. En los cinco días de reflexión, se criticó a José Luis Sanz por convocar un referéndum. Ya que…
SUCEDIÓ el día después de la entrega del premio Cervantes. Aquel acto fue presidido por los Reyes, don Felipe y doña Letizia, flanqueados por Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso, que no estaban acompañados por sus parejas. El premio fue recibido por Luis Mateo Díez, un gran escritor, de elaborada…
UNAS elecciones en la Macarena son algo más que unas elecciones. Son más importantes, en lo cuantitativo, que las elecciones municipales en bastantes poblaciones de la provincia, ya que el censo macareno incluye a más de 10.000 hermanos. Sin embargo, su importancia es ante todo cualitativa. A la convocatoria de mañana concurren dos candidaturas, lo que aumenta la expectación. Más aún porque están encabezadas por dos personas que pertenecen a la Junta de Gobierno saliente: Santiago Álvarez Ortega, teniente de hermano mayor, y José Antonio Fernández Cabrero, consiliario tercero.
EL fallecimiento de María de la O Jiménez es una noticia triste, que nos hace pensar en su esfuerzo para luchar contra el cáncer que padeció, pero también en su capacidad para volver a ser ella misma en las dificultades. Después de haber alcanzado una cuota alta de protagonismo en la política gaditana, supo cambiar su vida en la adversidad, regresar a su Sevilla natal, asumir otras funciones y no mirar atrás, hacia lo que había sido su mundo durante una década. Para el PSOE gaditano ya lo había dado todo: acudió al sacrificio en unas circunstancias muy adversas. Algunos pensaron que había sido una decisión equivocada del partido, por quemarla para nada, pero en ese momento fue la apuesta que les pareció más oportuna para pelear en inferioridad contra Teófila.
SE le debe reconocer al alcalde su interés por cambiar algo en la ciudad. Raro es el día en que Juan Espadas no aparece junto a los concejales Juan Carlos Cabrera y Antonio Muñoz (en plan Trinidad municipal), para anunciar algunas obras que todavía no han empezado, pero empezarán en 2018, ya lo verás, porque las elecciones son en 2019. Sobre todo anuncian que calles viejas se van a transformar en calles nuevas, y que serán una maravilla, dentro de poco. Ya lo había anunciado con Mateos Gago y ayer con Torneo. Tendremos un nuevo bulevar. Lo curioso es que debe ser contagioso. El portavoz de IU, Daniel González Rojas, también se animó y ha pedido que se reconduzcan las obras de la calle Amor de Dios para llenarla de árboles.
FALTA menos. Apenas queda un año y medio para las próximas elecciones municipales. En Cádiz no se dan las condiciones para una moción de censura. Piensan que el alcalde González y su grupo de Podemos serán censurados en las urnas por su propio peso. Me parece absurdo valorar las encuestas que por ahí circulan, teniendo en cuenta que en Cádiz sólo acertaban cuando eran fáciles, cuando Teófila Martínez mantenía la mayoría absoluta. Cádiz es imprevisible, a la vista está. Pero es curioso anotar que la actual oposición municipal ejerce su labor con resignación, conformismo y peleítas esporádicas. En los partidos no tienen las ideas claras.
CORREN malos tiempos para la calle Sierpes. Quieren eliminarla de la carrera oficial, cuando el problema no es la calle, sino el exceso de sillas. Quieren eliminarla como sitio principal para los negocios, y dicen que allí están cerrando, y ponen de ejemplo a Tetuán, donde siguen abriendo. Pues sí, pero en los locales que otros dejan. Esto no es novedoso. En 2014, cuando cerraron la librería Beta en el antiguo Teatro Imperial, de la calle Sierpes, se fue a pique un proyecto que parecía muy interesante. Al poco tiempo, cayeron las demás librerías de Beta, incluida la que instalaron en otro local de Sierpes. Algunos comentaron: “¿Lo ves? En Sierpes tenía que ser”. A pesar de todo, algunas de las personas implicadas en aquel proyecto no se dieron por vencidas. Ahora, cuando vemos la nueva librería de Verbo, se ha recuperado una ilusión que rayaba en la utopía.