EN 2025, al PP y al PSOE les ha dado el frenesí por competir a ver quién habla más de viviendas. Hablar por hablar. Construir es otra cosa, y requiere…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
EN la polémica sobre la llamada mafia del taxi en el aeropuerto de Sevilla podríamos recurrir a la filosofía. Lo sé, la filosofía está olvidada, hasta el punto de que un filósofo llamado Salvador Illa fue colocado como ministro de Sanidad y actualmente es presidente de la Generalitat de Cataluña.…
AL presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se le ha ocurrido celebrar en 2025 los 50 años de la muerte de Franco con el lema España en libertad. Es decir, que sido tan papista como el Papa y ha declarado un año jubilar (o algo así) y le ha puesto un…
EN este partido el Cádiz tuvo mucha paciencia y escaso lucimiento. Parecía que algunos futbolistas acusaban el partido de Copa, a pesar de las incompletas rotaciones. También es cierto que todos los entrenadores conocen ya el juego de los amarillos. El Nástic tenía el partido aparentemente controlado, hasta que el Cádiz desplegó sus mejores armas en dos zarpazos, ya en la segunda parte. Decidieron gracias a la potencia en el disparo de Aitor junto al oportunismo de Barral, y después la velocidad imparable de Alvarito.
EL Pleno extraordinario convocado ayer en el Ayuntamiento de Cádiz será recordado porque los concejales del PP colocaron dos banderas de España en su tribuna. Ignacio Romaní, José Blas Fernández, Mercedes Colombo y Juan José Ortiz han salido en las fotos tras las banderas. En esta ocasión, a diferencia de lo ocurrido en el Parlamento de Cataluña, nadie de Podemos se arrancó para retirarlas. Al final, el alcalde González departió con algunas limpiadoras de la playa. Si bien corren tiempos difíciles de extravío separatista, el Pleno no trataba ninguna casuística de política territorial, sino que aprobó las obras incluidas en el Plan Invierte 2017.
DESDE el pasado mes de junio, estamos en la cuenta atrás para las elecciones municipales de 2019. Aunque el panorama político está confuso, con los ataques yihadistas y con el golpe de Estado en el Parlamento catalán, en el Ayuntamiento se nota su propio ajetreo. Se afronta la cuesta abajo con demasiadas incertidumbres (externas e internas). A pesar de todo, se intuye que estamos en las vísperas de otro escenario, en el que la gran coalición constitucional que podrían formar PP, PSOE y Ciudadanos no sería descartable, según sea el resultado.
ADEMÁS de puerto base de cruceros, el muelle de Cádiz debe ser una escala obligada para todos los buques escuelas que navegan por los mares y los océanos. Ya es puerto de salida y llegada para el Juan Sebastián de Elcano, pero debería incluirse en las rutas de todos. Por eso, ver estos días al Amerigo Vespucci italiano, que es como un barco propio, junto al BAP Unión de Perú, ha recordado ese tradicional ambiente portuario, que antes era cotidiano y se está perdiendo, como tantas cosas. Todo hay que decirlo: si la calle Plocia ya no es lo que era en su ambientación, se debe a que el puerto gaditano cambió sus circunstancias.
DESDE que se perdieron los últimos barcos de la Carrera de Indias, el Puerto de Sevilla está a la busca de su identidad. Ayer recibieron una visita de tronío, de esas en la que los políticos se hacen fotos con cascos, en un plan de lo más institucional. Estaba la presidenta de la Junta, Susana Díaz; el delegado del Gobierno, Antonio Sanz; el alcalde Juan Espadas, y el presidente del Puerto, Manuel Gracia, acompañados de sus cuadrillas. Aparte de las fotos y los cascos de obreros por un día, fueron para darle cariño, que sólo es útil cuando se acompaña de algún regalito. Antonio Sanz dijo que el Gobierno reducirá la aportación de Sevilla a los fondos portuarios, lo que le supondrá un ahorro de 600.000 euros al año.