SE nota que en Cádiz quedan ya menos lectores de José María Pemán. Este escritor gaditano calificó a la ciudad como “señorita del mar y novia del aire”. Debería estar…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
LA gente que no viaja no sabe lo que se pierde. Depende a donde se viaje, por supuesto. A los que nos gusta viajar en tren es innecesario que nos cuenten lo mal que está el servicio. Es que el servicio está cada vez peor. Los que tienen que servir…
LAS tempestades han afectado a las carreteras andaluzas, incluso se cortó al tráfico la autopista AP-4 entre Sevilla y Cádiz. Ha llovido mucho, pero influye que están peor que en los tiempos de Aznar y Chaves. Y no me refiero sólo a las vías secundarias (algunas de las cuales son…
LAS tempestades han afectado a las carreteras andaluzas, incluso se cortó al tráfico la autopista AP-4 entre Sevilla y Cádiz. Ha llovido mucho, pero influye que están peor que en los tiempos de Aznar y Chaves. Y no me refiero sólo a las vías secundarias (algunas de las cuales son como senderos para cabras), sino a las autopistas y autovías. Hay plataformas para protestar por la sanidad pública, la educación pública o la vivienda pública, pero parece que las obras públicas interesan menos. Antes se consideraba un factor esencial para el desarrollo de las regiones, las ciudades y los pueblos.
LOS hermanos y hermanas mayores de las hermandades sevillanas (no sólo de Penitencia) asistieron a una reunión en el Palacio Arzobispal y se hicieron una foto de familia el pasado viernes en la plaza de la Virgen de los Reyes. ¿Y para qué era ese acto? Era una oportunidad para unir a las hermandades como pórtico al Jubileo de las Cofradías en Roma. El acto fue convocado por el Arzobispado, el Ayuntamiento, el Consejo de Hermandades y Cofradías y la Hermandad del Cachorro. Se quería testimoniar que el jubileo no sólo servirá para organizar una procesión en Roma en la que participará el Cachorro, sino también el valor que tiene para las hermandades y para Sevilla.
SE nota que en Cádiz quedan ya menos lectores de José María Pemán. Este escritor gaditano calificó a la ciudad como “señorita del mar y novia del aire”. Debería estar grabado en alguna lápida, de las que suprimieron los rencorosos del odio histórico. Y significa que Cádiz es tan importante para el mar como para el aire. Cádiz es más bonito a vista de pájaro. Cádiz desde el cielo es una ciudad privilegiada. Y he escrito otros artículos en defensa de las torres miradores. Algunas se han perdido y otras siguen en el proceso de destrucción. Por eso, construir unos adefesios en las azoteas es pecado mortal y la Comisión del Patrimonio no lo debería consentir, si es que esta comisión sirve para algo.
LA gente que no viaja no sabe lo que se pierde. Depende a donde se viaje, por supuesto. A los que nos gusta viajar en tren es innecesario que nos cuenten lo mal que está el servicio. Es que el servicio está cada vez peor. Los que tienen que servir al público se mosquean y amenazaron con una huelga porque no quieren que los Rodalies de Catalunya se independicen de Renfe. Pero, además, están las averías, que de vez en cuando perturban el servicio. Y están los elementos desatados, con este pasillo de borrascas que va inundando las autopistas y las vías ferroviarias. Y está el ministro de Transporte, Óscar Puente, que es un señor que se hizo famoso como dóberman político, no como mascota del presidente. Y están los billetes gratis para algunos…
COMO ya se acabó lo que se daba del Carnaval, que duró dos meses o por ahí, una jartura, y ya no escribe doña Cuaresma (que no soy yo, ni lo he sido nunca), le voy a echar un cable a esa distinguida señora, ya en pleno tiempo cuaresmal. Para decir que la temporada de borrascas nos ha sacudido en un momento que obliga a pensar en lo ocurrido. Llegaron las borrascas justo a tiempo para el Carnaval. Una borrasca divina disolvió un botellón en la plaza de la Catedral cuando cayeron granizos y chuzos de punta en blanco. Así se disuelve un botellón. Si no es a manguerazos, con un buen chaparrón.