A finales de enero, los representantes de la Junta de Andalucía, la Diputación Provincial, el Ayuntamiento de Cádiz y la UCA anunciaron un plan para salvar el edificio de Valcárcel,…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
SUMAR para después restar. Es lo que ha decidido el Gobierno con la subida del salario mínimo. Yolanda Díaz estaba muy contenta, porque lo habían subido a 1.184 euros en 14 pagas. Y suponía que esa medida (beneficiosa para muchos jóvenes y personas en situación precaria, por no decir lamentable)…
FRANCO murió hace casi 50 años, y medio siglo después tenemos un Gobierno en el exilio. El presidente del Gobierno en el exilio se llama Carles Puigdemont y reside en Waterloo. Es como Don Juan para los monárquicos cuando se exilió en Estoril. A Waterloo van todos en peregrinación para…
EN Cádiz no se habla de otra cosa, todos entusiasmados con el ascenso. ¿Tocará, por fin, recuperar el esplendor de los buenos tiempos? Ascender implica sacrificios, muchos años de sinsabores. Que se lo pregunten a Fernando López Gil, el delegado de la Junta que ha pasado a ser viceconsejero de Presidencia con Chiqui Jiménez Barrios. ¿Alguien piensa que ha sido fácil? Pues no. Ha pasado cinco años en el pozo. Y, para salir de ahí, ha necesitado mucha intensidad, no cometer errores que te cuestan un disgusto, aprovechar esos detalles que deciden los ascensos. Y, una vez que lo consigas, cuidado... No sea que te pase como a Gómez Periñán, que también ascendió en su momento y vivió muy buenos días en Sevilla, y ahora apoyaba a Patxi López, que era el último de la fila.
LA gente se fija en todos los detalles. Y después va largando. ¡Hay que ver las diferencias! Mientras la anterior alcaldesa, Teófila Martínez, estaba ayer en el debate de la moción de censura de pitiminí, sentada en su escaño de diputada del PP por la provincia de Cádiz, el actual alcalde, José María González, estaba en la tribuna de invitados de Podemos, viéndolas venir, aunque mucho no se vio. Es decir, se encontraba en el graderío; aunque no se comportó igual que los hooligans que sacan las pancartas en los plenos municipales y le hacen el coro a las intervenciones de la oposición. Sencillamente, había sido invitado como uno de los alcaldes del cambio.
NO se pretende con estas líneas enmendarle la plana a Lope de Vega, apodado el Fénix de los Ingenios, tomándole prestado el título de su comedia, sino constatar que la primera ministra del Reino Unido se ha lucido. Theresa May quería ser como Margaret Thatcher, la dama de hierro, pero ella se ha quedado sólo en la dama boba. Pues lo que ha cometido ha sido una verdadera bobada: adelantar las elecciones, sin necesidad, pasándose de lista, con el resultado funesto de quedarse peor de lo que estaba y perder la mayoría absoluta. Y con la consecuencia colateral de dejar en el paro a varios compañeros. En el Partido Conservador británico están que se suben por las paredes, como los monos en el Peñón.
MAÑANA, martes y 13, festividad de San Antonio, se cumplen los dos años. Fue cuando se montó el espectáculo en la gaditana plaza de San Juan de Dios, después de que el concejal más veterano, Pepe Blas Fernández, y la más joven, María Romay, le entregasen el poder, el bastón de mando, la deuda legítima y todo lo demás a ese compañero al que antes llamaban Kichi y ahora José María González. Excepto fuera de Cádiz, donde todos lo siguen conociendo como nuestro Kichi, aquel comparsista que perdimos, aquel alcalde del cambio que ganamos.
HAY que elogiar el mérito allí donde se encuentre. Esto lo decía mucho Luis María Anson, cuando era director de ABC, para justificar algunos elogios al PSOE de Felipe González, después de darle tropecientos varapalos. Pues lo mismo digo yo (que entonces estaba en ABC) de nuestro González, el alcalde de Cádiz. Hay que elogiarle algún mérito, pues no es fácil estar en ese puesto para ciertos temas gaditanos. Ya se vio con la medalla, que donde las dan las toman, y siempre hay alguien para protestar, incluso Albertito Garzón, que no piensa venir a la Magna Mariana. Un turista menos. Pues con el Balneario de la Palma pasa justo lo mismo.