SEÑORAS y señores, es la oportunidad. En estos momentos se dan las condiciones para cepillarse a Puigdemont y que deje de dar por saco en Cataluña y en España. Llevamos…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
LA parroquia de Santa María la Blanca está en los límites históricos de la Judería, aunque en el corazón de ese barrio sevillano se encuentra también la parroquia de San Bartolomé. En Santa María la Blanca han tenido el acierto de abrir por obras; es decir, que su párroco, el…
PARA entender un poco la realidad de Cataluña, que en el resto de España está tergiversada, nos ayudan las cuentas electorales. Es decir, la evolución de los resultados en las últimas elecciones. Entre el referéndum ilegal que montó Puigdemont el 1 de octubre de 2017 y la convocatoria de hoy,…
ES cierto que venían de formar broncas en las calles. Es cierto que congregaron a la gente en la plaza de San Juan de Dios, para festejar el cambio, y que se escaparon algunos lapos cuando salieron los otros. Es cierto que hubo problemas protocolarios con las indumentarias del alcalde. Es cierto que algunas veces el izado de banderas fue recibido con división de opiniones. Pero se debe reconocer que están haciendo un gran esfuerzo de adaptación al poder. Como dice Teresa Rodríguez, la lideresa de Podemos en Andalucía, “tienen que dejar de vernos como personajes pintorescos”. Traducido significa que ya no les atrae tanto el frikismo.
ENTRE las diversas efemérides cofradieras que se conmemoran este año, no sólo las celebran hermandades. También se incluye el Centenario del taller de bordados de Caro. Merece ser destacado. Cuatro generaciones de una familia han trabajado desde que José y Victoria Caro lo fundaron en 1917. En esa familia creció Esperanza Elena Caro, una bordadora genial, única, posiblemente la mejor del siglo XX. Tras el periodo de José Manuel Elena al frente del taller (cuando afrontó los tiempos difíciles de la Transición de los artesanos), todavía sigue vivo. Ahora con Carlota Elena Meléndez, que representa a la cuarta generación familiar.
VIENDO las fotos de la visita oficial al mercado de la Puerta de la Carne se percibe un rayito de esperanza. Todavía es posible que un día vuelva a abrir sus puertas para algo más que una presentación de obras. El alcalde, Juan Espadas, ha anunciado que en 2019 será inaugurado, según las previsiones. Anuncios ya hemos tenido otros. Pasa con este mercado lo mismo que con Tablada y otros proyectos eternos. Cada alcalde que llega anuncia lo suyo, y dice que será inaugurado un año de estos.
HOLA, hola… Ha llegado La gran ola. Se trata de un documental del director Fernando Arroyo, que ayer se estrenó en algunos cines de la provincia. Se supone que su objetivo es alertar sobre el riesgo de que un gran tsunami destruya las costas de Cádiz, Huelva y el sur de Portugal. Se utiliza una recreación, y se advierte que no existen planes adecuados para la evacuación, en caso de una desgracia semejante. Por las radios nacionales, por algunas televisiones, ya han empezado a asustar con este asunto. Incluso se aventura que el tsunami puede ser inminente, para lo que no existe ninguna previsión científica que lo garantice, ni que lo deje de garantizar. Pues los tsunamis no tienen todavía predicciones fiables.
GRACIAS a las redes sociales, a Internet, a todos los adelantos, estamos tan bien comunicados que a veces se mete la pata hasta el fondo. Véase lo que ha ocurrido en las últimas horas con los falsos despidos de Navantia. El alcalde de Cádiz, José María González Santos, emitió un comunicado por un supuesto recorte de plantilla que no existía. Tanto el origen como las consecuencias fueron pintorescos, si no fuera grave que en esa trampa hayan caído personas con cargos relevantes. Para colmo, por la noche, en las redes sociales, supuestos policías anunciaron riesgos de atentados inminentes, aprovechando el miedo de Londres. Estamos en la temporada de las bulerías. Tengan cuidado. Se lanza el bulo y que le den por… saco.